Pensamiento Positivo

El pensamiento positivo no asegura por si solo el triunfo en ningún ámbito, pero facilita todo el proceso.  A principios del Siglo XX Napoleón Hill, tuvo la oportunidad de entrar en contacto con los personajes más ricos del mundo y los emprendedores más brillantes. Una de las cualidades que resaltaba, era el hecho común de pensar en positivo y buscar soluciones en lugar de lamentarse por las circunstancias adversas.

Salvando las distancias, a nivel emocional ocurre algo parecido.  Si la negatividad te invade, solo generas negativismo y en lugar de salir adelante cada vez se hace más hondo el pozo.  Esta comprobado, que las personas con mentalidad negativa son más propensas a tener enfermedades, a no recuperarse tan rápidamente y a tener molestias continuas, generalmente en el ámbito digestivo.

Para invertir el proceso hay que tomar conciencia, es decir debemos pararnos, debemos analizarnos procurando ser lo más objetivos posibles y a partir de ahí sacar las conclusiones pertinentes, el primer paso es querer cambiar tu mentalidad y creer que puedes hacerlo.

El proceso es muy difícil y muy lento, pero es posible. En una ocasión oí decir a Antonio Bolinches lo siguiente: “uno debe plantearse conseguir objetivos sencillos, alegrarse por los logros y a partir de ahí ir subiendo de nivel”.

Por tanto, cualquier cambio de actitud, de hábito… que indique el inicio de una mejoría en nuestro pensamiento, debe ser bien recibido, el alegrarse por los pequeños logros, es un empuje motivador para completar el cambio.

Este tipo de proceso debe partir de uno mismo con las cosas que salen mal , hay que analizarlas y de esta manera sumar otra experiencia que nos ayudará a ser mejores en un futuro.