Venciendo el miedo

Según el diccionario de la RAE esta es la definición de miedo. “Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”.

Me quedo con la última parte de la definición, riesgo imaginario. En multitud de ocasiones las angustias comienzan por algo que suponemos que va a suceder y nuestra imaginación magnifica esa sensación aumentando nuestro temor, nos olvidamos de vivir el presente y dejamos que un futuro oscuro ocupe su lugar.

¿Cuándo empecé a recobrar la esperanza? Cuando desee de todo corazón que mi situación así no podía continuar. Pero el querer no es suficiente debemos hacer.

Empecé por no sentirme tan identificado con mis pensamientos, ya que estos impedían que me centrase en el aquí y el ahora. Eckhart Tolle con su libro “practicando el poder del ahora” me ayudó a conseguirlo.

No reía ni  cantaba, por eso me esforcé para hacer todo lo contrario, he de decir que comprobé de primera mano el dicho de “quién canta su mal espanta”. Si lo pensamos es aplicar la lógica, igual que si hay luz es imposible que haya oscuridad, si hay risa es imposible que haya tristeza. He de confesar que me costó mucho pero cada vez era más fácil, es como empezar con una nueva rutina, cada vez que la inicias te es menos complicado realizarla.

Me di cuenta que en gran medida nosotros podemos orientar el camino y escoger la opción que más nos convenga, pero debemos creer en ello e intentar que nuestra mente no nos convenza de lo contrario.

En multitud de ocasiones, damos rienda suelta a nuestros pensamientos y nos sentimos totalmente identificados con ellos aunque estos sean “dañinos”, Eckhart Tolle (que sigue muchos de los preceptos de Jiddu Krishnamurti, al igual que Bruce Lee), indica que debemos actuar como observadores de nuestra mente cuando esta emite pensamientos, sobretodo, si estos son perjudiciales.

No intentemos contradecir a nuestra mente con otro pensamiento ya que ello supondrá un conflicto y generará más tensión e incertidumbre.  

Todo este proceso no es fácil ni corto, pero es posible, hay una frase que indica que los pequeños cambios son poderosos y es cierto.  Empecemos por cambiar  las cosas que nos sean más sencillas a partir de ahí es mucho más fácil conseguir nuevos objetivos.

No pretendamos ganar una maratón si jamás hemos hecho una carrera.